7/6/10

La rueda sobre sí misma

Hoy mientras estaba caminando por pleno 18 comencé con esa sensación incómoda de que el mundo no está bien. Que las personas no están bien. Yo sé que parezco pesimista pero es así. Yo tampoco debo estar bien. Cuando vas formando parte de esa masa de circo en la autopista humana, y te ves desde afuera en esa postura yo creo que tu disfraz de robot maquinizado por la vida terrenal que nos ata a la sociedad del “poeta muerto”, se hace muy dura. Se hace densa, se hace eterna, se hace superficialmente tonta. Se vuelve una rutina de muñecos que hacen lo que creen que tienen que hacer y siguen pisando días y arrastrando el sueño, preocupados por cosas que no deberían integrar primeros planos de pensamiento.
Todos van de acá para allá, viciosos de sí mismos, de sus quehaceres, de sus malos hábitos. La monotonía del día a día que pasa sin que uno se dé cuenta, es difícil de curar. El consumo de productos que no necesitamos de verdad, el consumo de programas de entretenimiento vacíos de profundidad espiritual, y el etc que ya saben, es lo que no permite progresar o mejor dicho EVOLUCIONAR a una persona en su lado ESPIRITUAL. Ahora, yo me pregunto: ¿Somos individuos autónomos realmente? ¿o somos producto de un círculo vicioso de ofertas y demandas, de juegos y premios, de mentiras y verdades? ¿Somos nosotros los culpables? ¿o sólo somos las víctimas? … o quizás somos sólo lo que creemos que somos.
Hoy en esta pequeña abertura contra la realidad en la que caminaba, paré por 5 minutos a hacer un bosquejo de la situación en una plaza mientras unas señoras bastante recoquetas me observaban con lástima de una joven parada sola mirando a la gente como una boluda. Más allá de eso, me acordé de la Escuela de Frankfurt allá por los 40’, los famosos Adorno y Horkheimer, quienes crearon el concepto de lo que es la Industria Cultural para explicar las transformaciones que hoy están sufriendo los medios masivos de comunicación y los individuos dentro de la sociedad. La sociedad de masas es quien crea este sistema, el motor de la producción en serie, del consumo masivo totalmente manipulable, de los ideales y estereotipos que hay ahora inmersos en la sociedad en la mente de los individuos. Toda naturaleza humana tiene el encanto de un juego, el juego de la rueda sobre sí misma en la que estamos inmersos. Ya no sabemos lo que es real, ¿somos seres autónomos? ¿somos producto de la industria cultural? Al ser un consumidor uno ya no es totalmente libre. La motivación hacia los estereotipos e ideales hacia los individuos, los vuelve consumidores masivos influenciados por el sistema social, político, económico y cultural que los rodea.
Por ello: ¿Qué es lo cómico? ¿Qué es lo bello? ¿Qué es lo feo? ¿Cuál es la verdadera realidad si es que existe?

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