Inmortal

Me gustaría sentirme inmortal,
para hacer más cosas sin sentido,
para no pensar tanto en mis miedos,
para no frenarme a las tentaciones,
para no sufrir un amor perdido.

Me gustaría sentirme inmortal,
para hacer más sinceras mis palabras,
para sentir que mis pies nunca se cansan,
para hacerme más amiga del tiempo,
y comprender que las horas solo pasan.

Me gustaría sentirme inmortal,
para llenarme de pintura las manos,
para correr sin ir a ningún lado,
para mirarte sin que el reloj haga tac,
para conocerte sin tener que despedirme,
cuando todo es tan quieto y movido al mismo tiempo,
cuando el mundo no conoce el mundo,
cuando mi mundo solo conoce el tuyo.

Ansiedad

Viene y parece que tiemblo,

como si nada en el mundo me pudiera frenar.

El momento exacto en donde pienso demasiado.

Sí, no, no sé. Aquello sirve para esto, eso sirve para aquello.

Me detengo, me observo desde afuera, y parece que tiemblo.

Me mantengo parada, frente a esa vitrina llena de peligrosas tentaciones.

No me interesa, no me sirve, no me llena. Prefiero decidir por la otra: ¿Alfajor de maicena o chocolate?

¿Se lo pido al señor o lo agarro diectamente?

Capáz que si voy por el otro lado es más fácil porque ya me quedan sólo 8 minutos reloj para llegar en hora.

Pienso. Observo. Sigo. Pienso.

Me arreglo los zapatos, demoro. Entonces pienso, me decido, vuelvo.

Verde, verde, verde. Cruzo. Ascensor, ascensor, ascensor. Subo. Ojalá sea un buen día.

Me siento, tiemblo y me vuelvo a sentar.

CDL

Parece mentira todo el tiempo
que uno dedica a ser quien ni sabe si es.
Parece mentira sin embargo,
que eso sea de interés.

Parece mentira si te digo,
que nunca creo en lo que a veces pienso,
cuando me encuentro sin ganas,
de darle bola a lo que siento.

Parece mentira y es verdad,
que nos reimos sin dudar.
Que nos cambiamos tal camaleón,
el color de los domingos, y el lugar de los
amigos.

Y ni hablar de los amores,
aquellos tan nombrados,
como si sonaran en tambores,
que nos acompañan encandilados.

De esto y de aquello,
pero de eso y lo otro, que brilla como oro.
Será la palabra que nos enseña,
como suena lo que se escribe,
como se ama lo que se toca,

como se quiere lo que se quiere.